El cocido de la iaia
El cocido de la iaia
La Iaia Irene. «El cocido de la Iaia» como concepto de unión entre referentes y obra.
Estudio del CAMINO; «CAMINO» como recorrido por el mapa mental de los recuerdos a través de mis manos.
ACERCAMIENTO AL «AMOR» (Paranoico-crítico)
Reconocer lo que vemos es una cuestión reflexiva no siempre «DE BUEN GUSTO». Si se da este caso lo más probable es perderse en NEGACIÓN DEL HECHO («EL CAFÉ»).
(«EL CAFÉ») Podemos convertirlo en rutina; en momento; en horario; en colores; en olores; etc. Pero ¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué el «CAFÉ»?
Tracemos una LÍNEA y tiremos de ella hacia él para comprender. Hagámoslo apelando al «AMOR» ¿Cómo? Pues enfrentando la negación a través del «HACER». ¿Hacer qué?
«HACER NADA», apelar a la idea de hacer «NADA» para que la «LÍNEA» coja forma. Una «LÍNEA» aparentemente automática en su trazo (Surrealismo), pero que cuando la miramos desde la distancia, descubrimos que su camino estaba trazado mucho antes de que la mano «automática» comenzase a «HACER EL AMOR» (Pensamiento Paranoico-crítico de Dalí, HACER EL AMOR como concepto de producción artístico-personal).
(NEGAR EL HECHO) «A VECES LLUEVE» (motor de reflexión) y no siempre apetece «MOJARSE», a veces es necesario hacerlo para ver el color de la verdad (identidad absoluta de la representación artística); la verdad profunda de los sentimientos que nos negamos a reconocer; la verdad que permanecía en la sombra antes de empezar a gestarse la obra.
¡Dejemos que las gotas mojen! ¡Olamos la lluvia para recordar!
Podemos forzar la búsqueda del camino, pero al final las sombras reflejarán la verdad de su destino.
DE TRES EN TRES PASOS
Hola a todos y todas. Os comparto bajo este ( de tres en tres pasos), mi lema. Algunas explicaciones que me han parecido interesantes en la constelación de este post.
EL CONCEPTO
Paso 1. TRABAJANDO EL CONCEPTO. El camino de transmitir, cohesionar y entender a través de las palabras. La forma en la que he cohesionado todo lo que hay en mi cabeza utilizando los recursos digitales, interactivos, proyectuales Y comerciales (visión personal como artista y como empresa rentable).
Paso 2. Proyección multidimensional, metaverso proyectual (Línea visual-conceptual), estructura de trabajo (en todos sus ámbitos del metaverso).
Paso 3. Enfoque proyectual, relaciones reales con el proyecto, y los materiales.
Lugares en que os podéis fijar para ver el progreso visible y cohesionar conceptos visualmente (Sección PORTAFOLIO de mi folio, en los referentes @emederoman los reels y posts reflexivos sobre el proceso (Inventario de un día, Trozos de domingo, Inventario del lunes hacia el martes, Desenfoques, Substitutiary Locomotion, Materiales/investigación, El mundo gira, Amar la trama, A veces llueve, Sábados de Barthes y Dalí, Reflejos, Analogías de Domingo, Constelando. Dispersión, Constelando los significados, Constelando detalles, Reflejos de reflejos de reflejos, Inventario de jueves, La iaia Irene y el sonido de sus imágenes) y este mismo post, encontrando los usos técnicos aprehendidos y el sentido encontrado del uso de las palabras.
Palabras que empecé a comprender aquí mismo, en el recuerdo.
Debatecontributions 2en El cocido de la iaia
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hola María, me ha gustado mucho el video del retrato al carboncillo, se ve perfectamente el proceso. un saludo
Hola, compi! Felicidades por tu trabajo!
Bueno… para darle un poco de acidez a estos debates, te comento con todo aprecio (igual que he comentado a un importante periodista en el diario El País) que no me parece adecuado asociar el arte de la cocina a las abuelas cuando no se asocia el G-7 a los abuelos.
Así que:
Arte de la cocina—Cocina- personas- personas mayores- mujeres- abuelas
Arte de la política- G-7—- personas- personas mayores -hombres- abuelos
Aquí: o se está devaluando la actividad de la cocina o se está devaluando a las mujeres. No digo que lo hagas tú personalmente, sino que, cuando se trata de habla de mujeres, se habla de abuelas, y se olvida que nuestro mundo está gobernado, administrado y movido por abuelos a los que, claro, no se designa así. Personalmente, me declaro fuera de esta dicotomía, por tanto JAMAS he sido mujer-objeto y NUNCA JAMÁS seré abuela. De hecho, en Navidad no cocino, no friego platos y no creo ningún valor material. ;)
Un saludo,
Úrsula Bischofberger.